Cabaña La Torcacita

Se realizó el 28 de agosto el 6º Remate Anual de hacienda en la cabaña "La Torcacita" de Piray Mini S. A., ubicado en De La Garma, provincia de Buenos Aires.
Como es costumbre en esta época del año, el establecimiento abre sus puertas al público en general y, previo almuerzo, realiza la venta mediante remate de toros y vaquillonas de su producción.
Es una jornada que resulta pintoresca, con mucha concurrencia de público, más allá de productores rurales con interés específico en la actividad.









Reproducimos a continuación una detallada referencia en relación a esta cabaña, su propietario y la actividad que se desarrolla en la misma, realizada por el periodista Juan Berretta:
Un alemán bien criollo
"El hombre desnuda su personalidad en el primer contacto. Cuando ofrece la mano para el saludo ya suelta la primera sonrisa y deja al descubierto su amabilidad y buen humor. Su primitivo castellano le potencia la simpatía. Así, queda por el piso la idea de un frío e inaccesible alemán que uno se imagina encontrar al llegar a La Torcacita, un establecimiento agrícologanadero ubicado en De La Garma, en el partido bonaerense de Adolfo Gonzales Chaves. Heinz Wilhelm Bargmann debe ser el más argentino de los alemanes o el más latinoamericano de los europeos. “Me gusta más vivir acá que allá”, dirá más adelante este comerciante (tal como se autodefine) de 72 años que transpira las ganas de un adolescente.El hombre no puede con su genio y tampoco intenta disimularlo. (...)Bargmann deja al descubierto otra característica de su personalidad: está en todos los detalles.
Las palomas
La charla se da en el sencillo pero coqueto comedor del casco del campo del sudeste de la provincia, envuelta en el calor del hogar y con mugidos de los más variados tonos como sonido de fondo. Como debería ser, porque en La Torcacita manda la hacienda. Aunque los inicios del alemán nada tienen que ver con las vacas. “Desde chico fui comerciante y siempre estuve relacionado con animales. Yo empecé vendiendo pescado, conejos y después con palomas de pedigree. El negocio más lindo de mi vida lo hice a los 13 años, una venta de palomas, en una exposición después de la guerra. En esa época eran muy pocos los que tenían plata, sólo los chacareros. Después de la muestra el hijo de un estanciero me pagó un valor tan alto por las palomas que me pude comprar mi primera bicicleta, que en ese entonces valía lo que hoy un auto”, recuerda.Con mucho sacrificio y tras vivir una durísima posguerra, su visión comercial le dio paso a la incursión en otros animales y empezó a dedicarse a la distribución de alimentos. Se dedicó a las especies salvajes y por la liebre conoció la Argentina. “La primera vez que vine fue en 1973 y me enamoré de este país”, explica. No tenía relación alguna con el campo, es más, “ni siquiera sabía lo que era una vaca”. Pero sí interés por aprender.Empresario de raza, en 1977 durante una de sus habituales visitas al país le ofrecieron el campo La Torcacita y seducido por el buen precio lo compró. Ese fue el comienzo de todo. “En principio tenía 1070 hectáreas, luego le anexé más superficie hasta llegar a las 2150 hectáreas actuales. Pese a que todos los asesores consultados me recomendaron inclinarme por la agricultura, como buen comerciante decidí ir contra la corriente. Hice un poco de agricultura, pero para alimentar la hacienda”. El negocio terminó siendo brillante porque por una fuerte sequía él fue el único que tuvo reserva de pasto para alimentar a su hacienda, entonces compró novillos muy baratos para engordarlos y los vendió a precios que le dejaban un sabroso margen.“Empecé sin nada. Las primeras hectáreas las sembré con servicios de terceros porque no tenía ni una herramienta”, comenta. La buena decisión inicial le dio el impulso para meterse de lleno en la ganadería. Y apostó fuerte: creó la cabaña, primero de la raza Simmental, y a partir de 1989 de Angus. La familiaHeinz viaja a la Argentina cuatro veces por año y en cada oportunidad se queda entre dos semanas y un mes, la mayoría del tiempo en el campo. A él le gustaría instalarse definitivamente acá, pero hay una parte de la familia que no quiere irse de Alemania. Una de sus hijas se casó en el país y le dio cuatro nietos argentinos. A lo largo de todos estos años, Bargmann cultivó un cariño muy especial por estas tierras. Justamente ese sentimiento resultó fundamental para seguir buscando mejorar la cabaña y desarrollar un establecimiento familiar modelo cuya principal actividad productiva es el engorde ecológico a corral.“Sin el cariño e por la Argentina no se hace un proyecto como este”, asegura.El proyecto tiene que ver con lograr la excelencia en la raza Aberdeen Angus, un desafío enorme y en el que involucró a parte de sus afectos. “Esta es una empresa familiar y en donde todo se hace con mucha pasión”, explica. Su hija Ingrid, su yerno Joaquín Riecke y Federico Cano, un veterinario amigo, son quienes llevan las riendas del emprendimiento cuando Bargmann está en Europa. “Y trabajando todos los días con los animales tengo a tres personas de muchísima confianza. Francisco Lang, quien es encargado del campo desde 1981, y quien tres veces por semana recibe el llamado de Heinz de Alemania para ver cómo anda todo; Jorge De Marcos, el cabañero desde hace 12; y Bodo Von Saldern, quien realiza el asesoramiento veterinario desde el comienzo”, se preocupa por dejar en claro.
Los premios
Tanta dedicación e inversión en buena genética hicieron que en apenas 15 años de trabajo con los Angus la cabaña alcanzara un estándar excelente. Los premios obtenidos no mienten. En lo que tiene que ver con animales puro controlados, La Torcacita ganó el circuito bonaerense de la raza en 2004. Y en puros de pedigree acumula cinco importantes pergaminos: en 2003, en Azul, sacó el Reservado Gran Campeón; en 2004, en Cañuelas, el Reservado Gran Campeón y Reservado Gran Campeón Senior; en 2005, también en Cañuelas, obtuvo el Gran Campeón Macho; y el Reservado Campeón Senior en Palermo.Para Bargmann “los premios son la bandera de la Cabaña y el certificado de calidad. Es algo que nos pone muy orgullosos. Esperamos seguir así para poder ofrecerle a los criadores comerciales animales mejorados para sus rodeos”.
A raíz de la suspensión de las exportaciones de carne y una intensa sequía, el sector ganadero no está atravesando un buen momento. Sin embargo, el europeo siempre apuesta a más: “La coyuntura actual es difícil, pero no debemos bajar los brazos. Debemos seguir trabajando en la mejora de nuestra ganadería, incorporando genética y seleccionando nuestros rodeos. Vendrán tiempos mejores y debemos estar preparados. En La Torcacita creemos en el desarrollo ganadero de la Argentina”, se despidió el más criollo de los alemanes.
Engorde ecológico
La principal actividad productiva de La Torcacita es el engorde ecológico a corral. “Los animales nunca comerán tan bien y tan natural como en nuestros corrales”, asegura Heinz Bargmann. Y se irrita cuando le dicen que en su establecimiento funciona un feed lot. “No es así. Nuestros animales comen silaje de maíz, de cebada y pastura. Es un sistema muy caro, pero es el mejor”, dice mientras muestra con orgullo el búnker de silo para el silaje de maíz más grande de la región: mide 110 metros de largo por 30 de ancho, y tiene piso y paredes de cemento con lo cual disminuye casi a cero las pérdidas.“El maíz se pica cuando todavía está verde, se lo deja orear y se lo lleva al búnker y se lo va amontonando. Cuando se llena se tapa y eso empieza a fermentar y mantiene todas las propiedades de la planta. Si lo lograste bien te dura todo el año”, explica. Toda la parte agrícola del campo está apuntada a generar el alimento de las más de 4.000 cabezas que posee el establecimiento. La reserva, que les permite casi no sentir la consecuencias de la sequía, ronda las 25 mil toneladas de silaje de maíz, además de los silos de cebada y los cientos de rollos de pasto que hay distribuidos en los distintos sectores del campo.“Si hay algo para destacar acá es el alimento que se le da a la hacienda. Es todo sobre pasto natural, no tiene ningún producto adicional. Después va alguna ración que se complementa con grano molido, de cebada o maíz en grano, no hay químicos”, cuenta Francisco Lang, el encargado de la Cabaña.
Pionero en Simmental
En busca de conseguir más kilos por animal, no bien empezó en la actividad, Heinz Bargmann decidió apostar por la raza Fleckvieh Simmental, que abunda en suiza y en el sur de Alemania. “Como no conseguía acá cantidad suficiente de animales, en 1979 cargué en un barco 70 vaquillonas preñadas de Alemania, todas de diferente sangre”. Si bien comercialmente la inserción de la raza no tuvo el resultado esperado, algo que hizo que se volcara al Angus, hoy La Torcacita es el campo más amplio en lo que a genética de Simmental se refiere. Y en Palermo obtuvo cuatro machos y una hembra campeones."
fotos:De Pampa y Gauchos.
_______________________________________

1 comentario:

Unknown dijo...

soy un fana de los angus negros y queria saber si vendian en forma particular vacas de segunda paricion por supuesto preñadas con garantia y cuanto seria el precio