De Pampa y Gauchoses un portal de turismo rural cuyo propósito es: Promover la actividad como alternativa de desarrollo local, posicionando la región, valorizando sus recursos naturales, históricos y culturales. Informar, impulsar y difundir la identidad rural, a través de contenidos y actividades sobre costumbres, tradiciones, mitos, creencias y cultura gauchesca. Brindar un espacio a emprendedores para dar a conocer su oferta en turismo rural (Puestos Pampeanos), como también actividades relacionadas (Pulpería). Ofrecer servicios de asesoría en turismo, formulación y evaluación de proyectos,organización de eventos, promoción y difusión, entre otros. Ser una herramienta de difusión, imprescindible en todo emprendimiento con deseos de divulgaciónfuera del ámbito local y un vínculo entre quien ofrece un producto o servicio y el potencial demandante.
"Los pueblos que olvidan sus tradiciones, pierden la conciencia de sus destinos y aquellos que se apoyan sobre tumbas gloriosas, son los que mejor preparan el porvenir" Nicolás Avellaneda
CELEBRACIONES El corredor es una fiesta Participar de las festividades tradicionales es la mejor manera de conocer a la colectividad y sus costumbres. En el Corredor Danés de Buenos Aires hay varias a lo largo del año: Febrero: carnaval. Junio: Fiesta de San Juan con quema de la bruja. Agosto: aniversario del Colegio Argentino Danés. Octubre: evento cultural de ocho días de duración con múltiples actividades artísticas. Noviembre 22: aniversario del club Dannervirke. Diciembre 6 y 7: Romerías danesas. Un festejo sólo realizado en Buenos Aires para promover el encuentro entre las familias danesas de la zona. Son dos días de fiesta que culminan con la elección del Rey Pájaro, donde se corona al representante más destacado de la comunidad. Se festeja en la localidad de La Dulce.Diciembre 29: Fiesta del Arbol.
EL CORREDOR DANES
Por Graciela Cutuli Publicado el domingo 3 de Agosto de 2008 en Suplemento Turismo de Página 12.
El gran crisol que fue la Argentina de principios del siglo XX atrajo también a numerosos inmigrantes daneses, que se asentaron sobre todo en el sur de la provincia de Buenos Aires. En la zona de Tres Arroyos, Bahía Blanca y Tandil, entre otras localidades, no es raro toparse con apellidos nórdicos largamente arraigados en las pampas. Esa herencia se agrupa hoy en un circuito que recorre distintas estancias bajo el nombre común de “corredor turístico danés”: sus dueños, especializados en el desarrollo de productos agropecuarios de alto nivel, preservaron hábitos y costumbres danesas heredadas del entorno familiar, y hoy buscan perpetuarlas y darlas a conocer, una tarea en la que cuentan con el apoyo del INTA. El corredor turístico danés pasa por el Club Dannevirke, junto a una laguna cercana a Necochea y la localidad de San Cayetano; las estancias San Severo y San Juan, también de San Cayetano (la primera organiza días de campo y enseñanza de gastronomía danesa; la segunda ofrece pesca deportiva y participación en las tareas agrícolo-ganaderas); la estancia El Trébol en Orense, donde se ofrecen safaris fotográficos, clases de telar, avistaje de ciervos y visitas a un taller de soga en un pueblo rural cercano; el Colegio Argentino Danés de Cascallares y la Estancia Baavandshuk, en Copetonas, que invita a pasear en carruajes antiguos, conocer su museo y avistar aves, una actividad que tiene un enorme potencial en la región y –se cree– puede atraer a numerosos visitantes extranjeros.
Hacia fines del siglo XVIII nace y empieza a desarrollarse en el entonces territorio del Río de la Plata un tipo de literatura de carácter popular, en un comienzo anónima, cuya característica general consiste en proyectar hacia el campo el ámbito rural del país, las costumbres de los hombres de campo, sus personajes típicos, todo ello a través de su tradición y su vocabulario. Es lo que llamamos literatura gauchesca, cuya difusión alcanza hasta el último tercio del siglo XIX. Refleja actitudes derivadas de la educación española, tales como el culto por las armas, la habilidad del jinete, y el sentimiento implícito de la libertad. Se ha insistido mucho en este último aspecto, pues parece desprenderse del mismo tipo de vida característico del gaucho, jinete solitario de las llanuras desiertas que debió aprender a manejarse con la independencia propia de un estilo de vida errabundo, en un ámbito que, como el de la pampa, parecía ofrecerse ante él como un horizonte sin límites ni ataduras.La historia parece haber tomado al gaucho en la epopeya contra los españoles, bajo caudillaje de Güemes; y así lo tomó la literatura a través de Lugones, por ejemplo, en La Guerra Gaucha. Pero en realidad el gaucho ha vinculado también su nombre con muchos episodios bélicos de nuestra independencia, y estuvo presente en las campañas de los caudillos montoneros, en las luchas por la organización nacional -sin excluir el período rosista, con sus Colorados del Monte- hasta Caseros, momento en que la campaña se empieza a poblar de extranjeros, de gringos, como los llamaba, y a los que ve como intrusos que se proponen desplazarlo.Aun dentro de la dinámica general de nuestra emancipación de España, la utilización de un lenguaje rústico, rural, fue en nuestra literatura un signo de independencia. El impulso de alejamiento de la tradición peninsular, de unificación con el propio suelo, de construir una nueva patria, contribuyó al desarrollo de esta literatura en formación. Fue así como, por conducto del romanticismo, los gauchescos aprovecharon el paisaje rural, las costumbres bien distintas de sus habitantes, tendiendo al olvido de lo ciudadano y tratando de captar lo popular, a veces con la colaboración de la música, tanto en el interior como en las zonas aledañas y provinciales. Esta literatura buscaba además conmover a un auditorio en su mayoría analfabeto, que se extasiaba con las noticias y sucesos relatados por los poemas y las letras de tono menor. El dialecto entraba con su facilidad porque era algo que no requería atención previa.Se interpretaba, y, más aún, se intuía lo que no estaba dicho de modo explícito. Y mientras en los núcleos ciudadanos este lenguaje sonaba con aspereza y chocaba contra las formas cultas, en el ambiente popular lograba una penetración creciente y un desarrollo cada vez más impregnado del consentimiento activo. Nada parecía ofrecer resistencia a este modo de expresión. El poema gauchesco llegaba al pueblo todo. Sus autores sabían que en los cielitos, en las payadas, en los trovos, se concentraba una corriente literaria.Habían comenzado por ofrecer piezas de toque político, y siguieron por ese rumbo. Y así ocurrió sucesivamente con Hidalgo, Ascasubi o José Hernández. Pero a esto deberá volverse en su oportunidad. Poesía gauchesca y poesía tradicional. No debe confundírse la poesía gauchesca con la poesía tradicional, latente ya desde los tiempos de la colonización. En esta última, nos llegan enraizados los viejos romances de matones, las rondas, las canciones, los villancicos y las coplas, los temas con héroes legendarios y caballeros, reyes y pastores, etc. Poesía tradicional que está fundamentada en el anonimato, que refleja un arte impersonal, que había sido recogida por los libros de cordel, los florilegios, las hojas sueltas o la memoria de lectura y la tradición oral. Estos elementos tradicionales se contaminan en tierras de América, se reelaboran con palabras, costumbres, accidentes, nombres, que le imprimen cierto tono local, pero siempre bajo una raíz histórica pura.En el primer tercio del siglo XIX surgen entre nosotros los poetas anónimos y los payadores, improvisadores o memorizantes de coplas y rimas, que difundirán mediante versos octosílabos y acordes de guitarra este tipo de poesía. Los tonos dentro de su pobreza melódica no ofrecen una gran variedad. Pero se adaptan a distintas formas de piezas, desde los romanees a las décimas. Con los payadores la revelación estética de la poesía fue "no tanto de solaz, como noticiosa, profética, moralizadora, idealizadora y didáctica. En un medio social sin escritura, sin iglesia, sin escuela, sin presión social (por regir un tipo de comunidad rala), el payador era el letrado, el maestro, el periodista, el consejero y el predicadol'. Debe añadirse a esto que era deber ineludible, cuando se enfrentaban dos cantores, el payar de contrapunto. Desarrollo de la poesía gauchesca La poesía denominada gauchesca, género que surge en el ámbito rioplatense, ha quedado como sello indiscutible dentro de la literatura hispanoamericana. Ya desde su mismo nacimiento fue un elemento de consulta y una manera de plática confidencial entre la gente del pueblo. En esta manifestación verbal se acentuaba el decir pícaro y lo episódico, el suceso histórico -apenas interpretado en el momento de circunstancia-, todo ello difundido mediante el canto. Si bien los payadores habían compenetrado sus composiciones improvisadas o recordadas con el alma popular, el joven género gauchesco experimentó nuevos cambios.El decir se volvió realista, crudo y convincente, el cual, al ser repetido por el cantar guitarrero se convirtió en noticia volatinera o suelto de periódico, aprendido con estribillo o melodía. Ya Bartolomé Hidalgo (1788-l822) había encendido con sus "cielitos" la combatividad del canto, reproduciendo a la vez con sus "diálogos" la conversación amena entre paisanos.Estos dos elementos serán luego desarrollados por la literatura gauchesca a través de sus continuadores -inclusive los mismos payadores, noticieros o maestros dentro de las comunidades más inferiores-, cuyo desarrollo estará ya afirmado en una tradición.En muchos casos, el decir jocoso estuvo salpicado por la reflexión o el comentario. No todo lo expresado entre paisanos eran chuzas verbales o requiebros festivos, sino que estaba también la queja mordaz, las múltiples lamentaciones con hechos citados para su confirmación. No se quería usar el canto como un puro juego lírico o ameno. Existía un dolor que estaba flotando en la intimidad del verso, de modo que el poeta dejaba las comparaciones aproximativas del lenguaje rural y se imponía la obligación de ser testigo de la verdad, del sufrinliento, de las luchas de la independencia. Lo político o lo social no dejaban de registrar la gracia del estilo, pero actuaban en primer plano.El pueblo lo entendió así, y aprendía la historia del país o de su comarca natal a través del poema bordoneado en las guitarras. De este modo, los gauchescos cultivaron a la vez el verso sabroso y el polémico.La línea descriptiva de Bartolomé Hidalgo se continuó así con el poeta Hilario Ascasubi (1807-1875), que es autor de una extensa producción lírica reunida luego por su autor en tres gruesos tomos editados en París en 1872. La costumbre de utili.zar seudónimos, tan difundida en la época, fue seguida no sólo por Ascasubi sino también, y posteriormente, por Estanislao del Campo (1834-1880), al autor del Fausto (1866). Si Hidalgo dio en su primario cantar del cielito el tono de una voz, y Ascasubi con Santos Vega un minucioso friso'de la campaña bonaerense enfocando la historia de unos mellizos, Del Campo lleva a su culminación el juego dialogado de los poetas gauchescos. Todo en un proceso que culminará con Hernández en una pieza cumbre de la literatura gauchesca: el Martín Fierro. A partir de aquí ya quedará bien marcado el rumbo definitivo de la literatura gauchesca, no sólo para el verso sino también para la prosa, entre las que deben incluirse las tentativas dramáticas o narrativas. Así se irán sucediendo más tarde Ricardo Gutiérrez, Martiniano Leguizamón, Benito Lynch, Ricardo Güiraldes en esta orilla del Plata, mientras en la otra surgen figuras como Javier deViana, Eduardo Acevedo Díaz, Carlos Reyles, etcétera. Fuente: ww.oni.escuelas.edu.ar Contenido realizado por alumnos paraOlimpiadas Nacionales de Contenidos Educativos en Internet
Como baqueanas en Turismo Rural, conocedoras de caminos, trochas y atajos, ponemos a disposición nuestras destrezas y habilidades.
Formamos un grupo de trabajo interesado en impulsar proyectos bajo las distintas temáticas que puedan surgir vinculadas al turismo rural sean estas en alojamiento, restauración, actividades recreativas, organización de eventos, capacitación y reclutamiento de personal.
Estamos capacitadas para identificar, relevar y diagnosticar las condiciones y características de los recursos turísticos pudiendo diseñar y evaluar planes de implementación, reconversión y mejoramiento de emprendimientos relacionados con la actividad.